Con juego y convicción, San Martín se quitó un estigma
Al mosaico de gestas sanmartinianas hay que agregarle una fecha, un escenario y un resultado: 1 de abril de 2023, El Bosque, 21-12. Fue el sábado pasado, en ese terreno inexpungable hasta entonces, que San Martín logró vencer a La Tablada, por la segunda fecha del Top 10 cordobés.
Nunca antes había sucedido. La estadística de este siglo contaba 28 enfrentamientos directos, todos ganados por La Tablada. Con marcadores abultados muchas veces. Pos partido, los más experimentados recordaban cuántas veces regresaron a Villa María con el sufrimiento del vapuleo. Esta vez no. “Hoy vinimos a ganar. Antes veníamos a ver qué pasaba”, confió un integrante del cuerpo técnico de San Martín.
Más allá de la épica del histórico triunfo que se explica por el peso de la estadística, es acaso más importante valorar la forma en que el equipo villamariense se abrazó a la victoria. El “cómo” es igual de trascendente que el “qué”. San Martín lo ganó incuestionablemente y fue superior en casi todos los aspectos del juego. Marcó claras diferencias en las formaciones fijas y en el uso del pie. Pone en evidencia, también, las falencias de La Tablada en este inicio de torneo.
Pero esa superioridad no le garantizaba nada a la formación que conduce Luis Russo. Necesitaba, además, no bajar nunca la intensidad y saber soportar los momentos de zozobra, inevitables si al frente está La Tablada. El pasaje más crítico fue a los 11 minutos del segundo tiempo, cuando Mateo Revol coronó con try una bella jugada para pasar al frente 12-11. Pudo ser el quiebre que sacudiera al local para resolver el juego como tantas otras veces lo hizo, pero resolvió mal dos penales a favor: fue al line y perdió, jugó rápido y perdió.
San Martín entendió que era esta vez. Salió rápido del trance y a los 21 metió un mazazo demoledor: gran kick de Ludueña, robó el line posterior y try de Soraire. El penal de Gaspar Russo, 10 minutos después, estiró a nueve puntos la ventaja, una diferencia que se vislumbraba indescontable. Ni siquiera sufrió el cierre. Descansó en la fortaleza de un pack en el que descolló Joaquín Morosan y en la convicción de un equipo que siempre supo qué hacer para borrar un estigma y para que por vez primera el regreso de El Bosque a Villa María sea de felicidad plena. No sólo por el “qué”, sino por el “cómo”.
La Tablada 12
Agustín Basly, Nicolás Castelari y Nicolás Montenegro; Federico Rolotti e Ignacio Calás; José Baistrocchi, Facundo Alemanno (c) y Juan Cruz Caballero; Alfredo Pueyrredón y Fausto Echeverría; Eduardo Copelli, Santiago Tobal, Facundo Pueyrredón, Mateo Revol y Nicolás Olguín.
Ingresaron: Juan Greising Revol, Alejo García, Matías Benítez, Felipe Bruno, Francisco Udrisard, Francisco Bini y Ramiro Quiroga.
Entrenador: Nicolás Canavosio.
San MartÍn 21
Agustín Amantini, Isaac Bravo y Rodolfo Rivadeneira; Marcos Soraire y Alexis Barrera; Alexis Barrera, Diego Beletti, Sebastián Furlán y Joaquín Morosan; Ayrton Romagnoli y Gaspar Russo; Joel Cécere, Agustín Ludueña, Augusto López Frossasco, Juan Cruz Bertero y Emanuel Ludueña.
Santiago Contac, Agustín Mana y Mainque Peralta.
Entrenador: Luis Russo.
PT: 7m penal de Russo (SM), 12m trypenal (LT), 16m try de Bravo (SM). Parcial: San Martín 8 – La Tablada 7.
ST: 2m penal de Russo (SM); 11m try de Mateo Revol (LT), 21m try de Soraire y conversión de Russo (SM), 30m penal de Russo (SM).
Amonestados: PT, 12m Ludueña (SM). ST, 39m Benítez (LT).
Arbitro: Agustín Altabe.
Cancha: La Tablada (El Bosque).
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