“Al rugby solo puedo decirle gracias”

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Updated: mayo 15, 2022

 

La figura de Nicolás Spitale ya no asomará su juego por el verde césped de la Córdoba toda. No aparecerá en su descripción absoluta sus rulos al viento, sus medias bajas y sus ligeras patas flacas. No se enfundará en su escudo azulgrana de su amado La Tablada, ni llevará la 9 en la espalda en el abismo que divide su impecable conducción entre forwards y backs. Una vieja lesión en uno de sus hombros, sumado al creer que su tiempo de jugador ya es historia, hace al “Mono” decir adiós. Se va un “carasucia” del juego. Un pícaro. Un personaje inolvidable.

 

Sus inicios
“Hablar de mi llegada a La Tablada es mencionar a mis tíos Maky y Tuzo que me llevaron. Ellos me dieron la posibilidad de encontrar en la querida camada 87 un grupo enorme en lo humano y en lo que implica la diversión de jugar y hacerlo bien. Mi primer entrenador fue Hernán Roca, luego llegó Hernán Funes, que nos siguió brindando las enseñanzas de base y la identidad del club” – afirma Nicolás.

El “Mono” habla con una pasión y recuerda dentro de su añoranzas momentos inolvidables con la 87 que lideraba el “Fefo” Feroli y Joaquín Manzanares: “El Negro Carrerras nos enseñó a competir y mis mayores referentes siempre fueron Juan Cruz Légora y luego Coky Cabanillas. La historia de la 87 es grande por su gente y su juego. Éramos pura diversión. Teníamos ídolos en todos los puestos, pero yo solo miraba a los medio scrums”- agrega.

Su camino y sus honores
Spitale apreció a los seis años en barrio Urca. Hoy, con 35 años de vida, viajes, triunfos, derrotas e interminables terceros tiempos, deja entre es sus honores el siguiente camino: Campeón en M-15, 17 y 18 respectivamente. Luego es llamado a los “Doguitos” en M-18 y M-20. En el 2013 se pone la roja de Los Dogos en el seleccionado mayor. Disputó 13 finales en toda su carrera. Con el equipo mayor de La Tablada ganó tres torneos locales en forma consecuencia (2011, 2012 y 2013); obtuvo tres Torneos del Interior (2010, 2011 y 2017) y un Campeonato Regional en 2017. Fue subcampeón Nacional de Clubes en 2010 y 2011.

Un maestro llamado Ramiro Pez
¿Hay un antes y un después en tu juego a partir de le vuelta de Ramiro Pez a La Tablada?
No tan solo en mí, en todo el club y principalmente en el plantel de primera. El nos hizo mejores jugadores a todos. Nos elevó la medida de nuestros potenciales y sumado a la capacidad y conocimiento de Nicolás Canavosio, Carlín Ayala, Francisco Leonelli y Bachi Rodríguez, sumado al liderazgo de Rodrigo María, que aportaron una enorme calidad de trabajo en lo humano y en el juego en sí. Ramiro Pez es la persona que conozco que más sabe de rugby. Un perfeccionista, un talentoso. Un tipo que no me agarraba un pelota cuando le daba mal un pase en los entrenamientos, que buscaba siempre la excelencia y me exigía al máximo. Fue un sueño ser su medio scrum. Pasé de verlo por televisión a tenerlo a mi lado ordenándome. Un placer jugar a su lado.

La charla se va yendo con la tarde, llega la foto final y con ella la última pregunta.
¿Qué dejás y qué te llevás de tu club?
(Toma aire y se le quiebra la voz) Ufff!!! Que pregunta. Sinceramente dejo mi vida. Mis amistades y tiempos con la familia. Momentos inolvidables. Lo que me llevo es el amor de todas las personas que conocí y todo el amor que me dieron. Les doy un gracias eterno a mis entrenadores, a los jugadores con los que compartí, a quienes me sirvieron un tercer tiempo, a los que me acompañaron en los momentos de risas y llantos. Gracias al trabajo invisible de utileros, cancheros, managers, médicos y todos los hinchas que me acompañaron en mi tiempo de jugador. Gracias al club en sus dirigentes todos, que siguen forjando un club único y el de mis amores.

 

 

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