Tres escenarios para el futuro de Jaguares
La única certeza sobre el futuro de Jaguares en el Super Rugby es que hoy no hay certeza alguna. Sólo hay hipótesis, se analizan posibilidades en un terreno de incertidumbre signado por el Covid-19. Se sabe que Nueva Zelanda comenzará a jugar el 13 de este mes su propio SR. Australia lo hará en julio. Sudáfrica no definió aún, pero algo jugará. Argentina piensa en el 2021.
En este contexto, en UAR se trabaja en varios frentes y con la certeza, aquí sí hay una, del desplome económico que dejará el virus. Habrá mucho menos fondos para distribuir y lógicamente repercutirá en todos los frentes. Esto explica el camino despejado para buscar otros destinos que UAR les ha dado a sus jugadores. De todos modos, “Jaguares va a seguir. En la competencia que sea, pero va a continuar”, es el discurso uniforme que se baja de la sede de Martínez.
Aunque todo depende de una realidad que muta día a día, en UAR se manejan tres posibilidades de competencia para Jaguares 2021:
Escenario 1: todo sigue igual. Se juega como se viene jugando desde 2016. Por supuesto, sería el mejor escenario pero altamente improbable. Por no afirmar que es imposible.
Escenario 2: Jaguares se instala en Sudáfrica durante varios meses y juega la Currie Cup. Acaso sea la alternativa más probable.
Escenario 3: se forman cuatro franquicias nacionales y se disputa una competencia en el país. Muy complicado desde lo económico.
Hay, además, otra preocupación en UAR. Según la evaluación semanal que realiza con las uniones provinciales, sólo el 40 por ciento del padrón general de jugadores participa de las actividades virtuales que se están desarrollando. Un cálculo optimista es que el retorno a la actividad sea con el 70 por ciento de los jugadores.
De cumplirse esta proyección el impacto en los clubes será inevitable. La contención UAR será clave: en una coyuntura de crisis, el desafío será mantener o acaso potenciar la inversión en el rugby de base.
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