Conrado Roura: de aquella decisión a esta felicidad

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Updated: octubre 31, 2019

Rugby Full en Santa Fe

Tras la vuelta olímpica que simbolizó la coronación de Palermo Bajo en el Torneo del Interior B, Conrado Roura se sentó en el césped de CRAI y contempló. Sus amigos saltaban y cantaban, él los miraba y sonreía. Estaba fundido y feliz. Demasiado partido antes, demasiadas emociones en una tarde inolvidable para el Escarabajo. Muy especial en lo personal, también. Este año, el tercera línea dejó el seleccionado argentino de seven y retornó a tiempo completo al club. Cambió la fascinación del circuito mundial por Los Boulevares, su lugar en la tierra.

 

“La decisión fue muy difícil. El primer objetivo fue volver a jugar el 15 y disfrutar de jugar en el club, con estos tipos que son lo más lindo del mundo. Gané mucho más que un destino de viaje”, cuenta Conrado.

¿Hoy sentís que valió la pena?
Sí, totalmente. Hoy es el día que sentís que todo valió la pena. Ahora a afrontar lo que venga, a esperar lo mejor y a seguir metiendo lo mejor de mí.

¿Volviste para disfrutar de una tarde así?
En realidad tenía ganas de jugar con el club, además de los objetivos. El objetivo era salir campeón del torneo que nos toque y dárselo al club, y disfrutarlo con toda esta gente. Es increíble, estoy muy feliz.

En un momento estabas en actitud contemplativa…
Le copio una frase al Curry (Andreone, uno de los entrenadores): estaba más allá del bien y del mal, de festejar o no festejar. Estaba feliz observando a los chicos, al grupo, a todo el club. Lo merecíamos. Hace seis años que venimos mejorando, al fin se nos dio un objetivo.

¿Por qué se dio ahora?
Tenemos un muy buen grupo, una muy buena relación con el staff y un objetivo claro, que es entrenar y mejorar todo el tiempo. Ninguno bajo los brazos nunca, ninguno se relajó, hubo una competencia interna increíble. Somos un gran plantel y fuimos madurando durante el camino.

¿Cómo fue el post Alta Gracia?
Después de Alta Gracia fue difícil, hasta quedamos afuera del Interior A. Pero fue un golpe que nos hizo madurar, un cachetazo que nos hizo entender cómo resolver algunas cosas en un partido. Esas derrotas nos hicieron crecer como jugadores.

Hoy fue durísimo…
(se ríe) ¡Estuvo durísimo! Creo que nunca corrí tanto en mi vida. Estuvo muy bueno, se disfrutó. CRAI jugó muy bien, nos metieron el pecho al principio, supimos contenerlos y lo pudimos dar vuelta.

¿Cómo sigue tu historia?
Ojalá pueda dedicarme profesionalmente. Espero que se me abra alguna oportunidad de nuevo, tal vez en alguna de las nuevas franquicias del sur, en Argentina XV, estoy dispuesto a cualquier cosa por el rugby, es lo que más me apasiona.

¿Y el futuro del grupo?
Es increíble. Hay muchos pibes, juegan muy bien, espero que pueda seguir el staff y que sigamos creciendo. Ahora le apuntaremos al seven y el año que viene a repetir las semifinales y pelear el campeonato de nuevo.

Palermo Bajo es…
La familia. Un amor increíble. Cuando terminó la semifinal, al otro día ya teníamos tres colectivos para acompañarnos a Santa Fe. Ahí te das cuenta que para esta gente el club es lo más importante.

 

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